Esta ruta senderista de carácter no competitivo partió a las 5 y media de la mañana desde el atrio de la Santa y los poco más de 80 participantes inscritos en la prueba iniciaron a esas horas de la madrugada una larga caminata de algo más de 60 kilómetros teniendo que superar 2050 metros de desnivel acumulado.
Los participantes recorrieron el camino de Campix, para llegar en el kilómetro 14 a la carretera de Huerta Espuña, en el termino municipal de Alhama; en ese punto les esperaba el primer avituallamiento y a pesar de ser sobre las 7 y cuarto de la mañana, los senderistas dieron buena cuenta de las bebidas isotónicas, el agua, las barritas energéticas y la fruta que la organización tenía dispuestos en los puntos de avituallamiento intermedios.
La ruta prosiguió por el paraje del camino de Paleto y Fuente Bermeja, donde, a pesar de presentar toda la ruta una óptima señalización, 4 participantes se despistaron de la ruta señalada, y fueron localizados y rescatados por miembros de la organización.
El ritmo de los participantes no era el mismo, la cabeza de la ruta llevaba una media de más de 6 km/hora, mientras los últimos participantes de la prueba superaban ligeramente los 4 por hora, lo que supuso que el pelotón se fuese estirando cada vez más; tanto fue así que en la meta hubo una diferencia de 5 horas entre los primeros clasificados y los últimos.
Una vez que los participantes pasaron por la pedania alhameña del Berro, se dispusieron a afrontar la primera dificultad de altitud de la jornada;… el barranco de Valdelaparra, son 10 los kilómetros que tuvieron que superar por este desconocido barranco de la cara Norte de las paredes de Leiva y 700 los metros de tuvieron que sortear en este tramo.
Entre las 10 y las 12 de la mañana, fueron llegando a Prado Mayor, era el Ecuador de la prueba, y allí les esperaba en avituallamiento más generoso, con todo tipo de bebidas y un menú de pasta, bocadillos variados, fruta y dulces típicos de Totana.
Tras el parón, para recuperar fuerzas, la ruta trascurrio por el barranco de Malvariche, sin duda alguna, allí se vivieron uno de los paisajes más alpinos de la Ruta, descendiendo durante 3 kilómetros, hasta las Casas de Malvariche, donde antaño residían parte de la familia de los Musso.
En Malvariche, les esperó a los aguerridos senderistas, la más temida de las cuestas de la jornada, la subida al collado del Humero, a 7 kilómetros de Malvariche, supuso una larga y sinuosa pista forestal con una fuerte pendiente y un desnivel de más de 600 metros; una vez coronado el punto más alto de la ruta, solo quedaban 20 kilometros de descenso por frondosos bosques de pinares, salpicados de caudalosos riachuelos sobre todo cuando se cruzó el barrando de En medio.
Una vez coronado el collado del Pilón la Balsa grande, último avituallamiento en ruta estaba a tiro de Piedra, ya se podían oler los aromas de la Santa, ya, habían recorrido el 90% del recorrido, solo quedaba, llegar a los Molejones, descender al kilómetro 6 de la carretera de la Santa, y ascender al grifo para llegar al atrio de la Santa desde la Virgen Blanca.
En la meta, esperaban algunos familiares, miembros de la organización y algunas autoridades políticas de la comarca de Sierra Espuña, algunos medios de comunicación tampoco se quisieron perder, la llegada de los primeros que concluyeron la 1ª vuelta a sierra espuña, que tal y como tenía previsto la organización llegaron a las 3 y media de la tarde.
La Junta directiva del club senderista de totana, quiere un agradecimiento público a todos los colaboradores de la organización que durante todo el fin de semana, estuvieron velando para que la organización del evento fuese por buen camino. De igual manera se agradece al ayuntamiento de Totana, al de Aledo, asi como a la Federación de Montaña de la Región de Murcia, al Hotel Monasterio de Santa Eulalia y protección Civil su inestimable colaboración para la realización de la primera vuelta a Sierra Espuña.
Ver reportaje:
http://www.totana.com/cgi-bin/vuelta-a-sierra-espuna.asp